Ascasam realiza en Reinosa diversas actividades para mejorar la calidad de vida de los enfermos mentales

El empeño de Ascasam
La asociación impulsa actividades en Reinosa para mejorar la calidad de vida de los enfermos mentales

Amaya Gallo Muguruza

Psicóloga y Coordinadora CRPS Reinosa

Para quien aún lo desconozca, ASCASAM es una Asociación sin ánimo de lucro creada en 1990 que está compuesta por personas con enfermedad mental, familiares y profesionales. Formamos parte de FEAFES (Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Enfermos Mentales) y nuestro objetivo principal consiste en mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad mental y de sus familias, residentes en Cantabria.

Esta atención se extiende hasta nuestra comarca, poniendo a su disposición dos servicios principales desde el año 1999. Por un lado, el Servicio de Orientación y Atención que está abierto a todo el público en general que precise de una orientación individualizada sobre temas relacionados con la enfermedad mental y los servicios vinculados a ella. Y por otro, el Centro de Rehabilitación Psicosocial en el que reciben atención personas con discapacidad por enfermedad mental que presentan déficits de autonomía funcional y social.

En el Centro se desarrollan diversas actividades encaminadas a la rehabilitación funcional y a la recuperación de la autonomía de las personas con enfermedad mental, mediante intervenciones individualizadas y/o grupales que buscan su mayor integración social y laboral.

En el apartado de la rehabilitación psicosocial trabajamos las siguientes áreas: valoración e intervención psicológica, psicoeducación, desarrollo personal y ajuste emocional, habilidades sociales, entrenamiento cognitivo, integración en la comunidad, actividades de la vida diaria, ocio y tiempo libre y actividad física.

Por otro lado se desarrolla también el área ocupacional, en el cual, nuestro mayor empeño se centra en mantener el buen funcionamiento del Taller Ocupacional de Encuadernación donde se realizan diversos trabajos de encuadernación y cartonaje que ponemos a la venta para todos los interesados y cuyos beneficios redundan directamente en nuestros usuarios.

En la actualidad el Centro cuenta con 25 plazas concertadas por la Dirección General de Servicios Sociales, contando con el trabajo de dos psicólogas, una educadora y tres auxiliares de rehabilitación (monitores).

Por otro lado, es evidente también la importancia del papel que juega la familia en el proceso rehabilitador y en la mejoría de las personas con Enfermedad Mental. Por ello, ponemos de manifiesto la importancia de la familia y su buena salud, tanto física como psíquica, para la mejoría de la persona con enfermedad mental y su desarrollo personal en un ambiente óptimo.

Por tanto, es importante detectar y evaluar las necesidades familiares y elaborar los planes de actuación adecuados en cada caso y englobarlos en nuestra área de intervención familiar (psicoeducación de familiares, programas de respiro, intervención familiar individual…) donde las familias se benefician también de nuestros servicios y programas.

Difundiendo aquí nuestros servicios pretendemos aumentar la conciencia social hacia el colectivo, disminuyendo, de este modo, el peso del estigma social que aún hoy existe en torno a la enfermedad mental y que lleva en ocasiones a muchas personas, que podrían verse beneficiadas con nuestra intervención, a no acercarse a nuestros servicios, por no querer ser identificados como miembros del colectivo de personas con enfermedad mental. Es por tanto, labor prioritaria de nuestra Asociación, sensibilizar a la población con la problemática relacionada con la Salud Mental, reduciendo así, el recelo social que sufren las personas con enfermedad mental grave y sus cuidadores.

José Antonio Alonso Camino “He intentado unir a ciudadanos, políticos y Guardia Civil”

Obrero, policía local y luego guardia civil, Jose Antio Alonso Camino se jubila tras 33 años de profesión

Nacho Zubelzu

Parafraseando al poeta y utilizando su apellido “se hace Camino al andar…” andando mucho y bien siempre en pos del prójimo, haciendo respetar las leyes, el guardia civil José Antonio Alonso Camino, llegó hace unos meses a la meta de su “senda” laboral.

Respetado por la sociedad campurriana siempre ha defendido la humildad en el trabajo y la convivencia cordial y amistosa de los Reinosanos. “Mi objetivo siempre fue unir a la Guardia Civil con la ciudadanía y con los políticos” precisa Camino. Propósito que logró hacer realidad, ya que fue como un ariete, suavizando, en tiempos difíciles las tensas relaciones entre el cuerpo y la sociedad campurriana.

Su condición, primero de obrero en La Naval, después Policía Municipal y posteriormente Guardia Civil, le llevó a conocer y a ganarse la confianza de todas las clases sociales siendo un perfecto enlace, aglutinando y poniendo en práctica grandes virtudes como la profesionalidad, la tolerancia, el diálogo y una gran dosis de humildad.

Además, en una rara simbiosis entre lo castrense y lo lúdico trasmitió a los jóvenes, gracias a su perfil especial y carismático, la grandeza de lo cotidiano. Con arrojo y pasión, muchas veces condenando sus vacaciones, continuó su labor, ahora sin uniforme, con los Scouts, ejemplarizando y llenando de contenido y actividades los sábados y veranos de nuestros jóvenes. Durante 18 años inculcó a varias generaciones valores de vida y naturaleza con la fuerza de la juventud y la ventaja de la experiencia. Por ello, asegura que fue muy difícil despedirse de los chicos ya que “sentimentalmente me costó mas dejar los Scouts que jubilarme” matiza el veterano agente.

Con 33 años de dedicación se ha ganado el merecido descanso y una vida mas relajada. Sin embargo, no ha abandonado el verde, dejó el cuartel y el uniforme, para cultivar ahora una huerta llena de puerros y lechugas. Desde El CAÑON, con sinceridad, queremos ser mensajeros del reconocimiento unánime de compañeros, generaciones de Scouts y sociedad en general, porque al volver la vista atrás se ve al “Camino” que nunca vamos a olvidar.

“Mi padre se llevaría las manos a la cabeza ante algunos programas de televisión de hoy”


Odile Rodríguez de la Fuente, defendió en Natureinosa, la necesidad de buscar una vía de retorno a la vida natural.

Pilar Lorenzo



Aún está en la memoria colectiva el recuerdo de la familia sentándose frente al televisor cuando sonaba la sintonía de “El hombre y la Tierra”. Félix Rodríguez de la Fuente nos dejó imágenes bellas en su afán por desvelar el sentido de la vida natural, por divulgar el comportamiento del lobo, por descubrir la mirada del lince con la que sentimos toda la fuerza de aires ancestrales o por mostrarnos el esfuerzo del águila en vuelo con la cabra en sus garras. Su hija Odile estuvo recientemente en Reinosa participando en las jornadas de Natureinosa y ha dejado un grato recuerdo entre los asistentes a la proyección del documental “30 años sin Félix”.

Posiblemente, porque Odile Rodríguez de la Fuente transmite frescura, dulzura y serenidad. Sus ojos suaves, cálidos, cautivadores, y quizá algo infantiles, sonríen continuamente. Luego muestran a una mujer fuerte y tenaz, dotada de una sobredosis de fuerza y compromiso. Cuando se la escucha hablar parece que el viento del tiempo nos devuelve la fuerza comunicadora de su padre, Félix Rodríguez de la Fuente y esa capacidad mágica de ilusionar y entusiasmar con el medio natural, afirmando que el hombre es el mejor amigo de la naturaleza. Tal vez por eso, de las tres hijas del popular divulgador, es la que lleva el peso de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, para salvaguardar su legado, pero también para dar continuidad a su espíritu batallador en la defensa del medioambiente.

¿Fuiste una niña mecida por la naturaleza?

Si, totalmente, aunque era de Madrid, todos los fines de semana íbamos a Guadalajara, al campo, en la Alcarria, en verano también íbamos a las playa de Langre aquí en Cantabria. Tuve oportunidad de acercarme a la naturaleza de una forma muy especial, de la mano de mi padre.

¿El medio natural ha sido instrumento de comunicación y unión familiar?

La unión familiar la tenemos en todos los medios en los que nos movamos, pero si es cierto que la naturaleza ha sido algo permanente en mi vida. Yo no entiendo la vida sin perros en mi casa desde que nací, sin la presencia de halcones, lobos, nutrias, todo este es muy cotidiano para mi. De hecho, de pequeña, yo pensaba que todo el mundo vivía así. Desde luego que sí, el medio natural es un instrumento de comunicación.

¿Cuáles son tus aficiones?

Muy básicas, la huerta que para mi es fundamental, me encanta la tierra, también la lectura y la música. Desde luego salir a pasear por el campo no es una afición, porque forma parte de mi vida.

Cada año cobra más fuerza la figura de tu padre.

Creo que cada año va a cobrar más porque la relación del hombre con la tierra es cada vez más importante, ya que realmente nos estamos jugando el futuro, aunque hay mucha gente que todavía no se lo cree. Las propias circunstancias nos van a llevar recurrir a los referentes que nos puedan indicar cual es la vía de retorno a la naturaleza. En esa situación, yo creo que mi padre es un referente, era una persona que tenía una intuición impresionante, un adelantado a su tiempo y al nuestro, incluso en los años 70 llegó imaginar internet, hasta ese punto era un visionario. Hablaba de que la humanidad iba a pasar por una situación donde gentes bienpensantes se pudieran conectar a nivel global de forma instantánea. Rebuscar en la documentación de mi padres es, primero inspirador porque te da una fuerza de conexión y de seguridad, y segundo, te descubre nuevas cosas.

¿Cómo surge la Fundación?

Yo seguí los pasos de mi padre y cuando volví a España, mi madre se quejaba mucho de que la obra de mi padre estaba abandonada, que los que tenían los derecho cedidos estaban haciendo lo que les daba la gana, había una necesidad de cuidar la obra y de volver a juntarla. Surge la idea de una Fundación y me agarré a ese clavo ardiendo, aunque realmente era una locura, me lancé y ha salido bien, la Fundación tiene ahora mismo muchos proyectos en marcha de conservación y gestión.

Has tomado el testigo de la labor desarrollada por tu padre ¿es difícil llegar la corazón de la gente?.

Yo no sé si llego o no al corazón de la gente. Me han ofrecido hacer series en televisión pero nunca he querido, creo que Félix sólo ha habido uno y no puede haber otro, me da miedo el protagonismo que pueda generar el identificarme con algo que creo que, en este momento, es mucho mayor que una persona. En el momento de mi padre tenía más sentido porque no había prácticamente nadie.

¿Qué lecciones has aprendido de tu padre?

La gran lección de mi padre es ser transparente, no tener miedo a la vida, porque el miedo es el gran mal de la sociedad en la que vivimos y yo soy la primera que lo sufro. Pero creo que la vida es maravillosa y tiene mucho que ofrecer si te lanzas a vivirla, la mayor felicidad es intentar compartirla con los demás. Mi padre siempre creyó que el mejor amigo y aliado de la naturaleza es el hombre, decía que somos naturaleza pensante.

¿Qué opinaría Félix de los problemas medioambientales actuales y de los programas televisivos?

Los medioambientales son tantos que es complicado, pero lo que si estoy segura que se llevaría las manos a la cabeza con determinados programas. Lo que el consiguió con el potencial de los medios de comunicación que era mucho menor en aquella época, se está destruyendo hoy porque se esté aprovechando ese potencial, hoy mucho mayor, para rebajar el nivel cultural de la gente. Eso es lo que más le llamaría la atención y le enfadaría.

¿En que proyectos trabaja la Fundación actualmente?

Son muchos y todos importantes. A destacar el programa de Convergencia Rural-Naturaleza (RuNa), una iniciativa para unir el mundo rural y la naturaleza. También el llamado RuNa Emprende que tiene como objetivo la promoción y el fomento del establecimiento de nuevas actividades económicas sostenibles en el ámbito rural-natural. Pero quizá el más cercano sea el de biodiversidad virtual que es precioso. Miles de naturalistas y fotógrafos aficionados y el equipo de la Fundación saldremos al campo en toda España, para capturar imágenes de 5.000 especies distintas de fauna y flora, como homenaje al legado de Félix en este Año Internacional de la Biodiversidad.